Cuidados y educación de la voz: Mitos y Ciencia

Clase interactiva por Lic.Fgo Ariel Aguirre.
18-ABR-2020. 18hs

17:58hs sonaba “Material girl” de Madonna en todos los dispositivos y comenzaban a aparecer las primeras ventanas de las 75 que en un momento logramos ser. Había mucha ansiedad en el ambiente: estábamos siendo parte de una tarde educativa que pretendía dejarnos una huella… y ciertamente lo hizo.

Mientras nos hallábamos habitando el nuevo formato, la plataforma digital elegida fue muy noble y nos permitió llevar adelante nuestros planes con armonía y orden.
Ariel recibió a cada participante dejando escrita una pregunta disparadora e inquietante: “¿Qué es la voz?” 

Durante la primera parte nos adentramos en un universo infinito: las creencias. Aprendimos sus diversos orígenes y, tomando a Pierce como referente, los métodos para fijarlas. Así dimos lugar entonces a lo que nos guiaría luego: la ciencia es una creencia.

A través de plantillas, imágenes, videos y una amplia exposición nos encontramos con un mundo fascinante. Laringoscopías, estroboscopías, hiatus, respiración, funciones del cuerpo humano influyentes en la voz, pliegues vocales, bandas ventriculares, laringe, faringe, hidratación, alcohol, drogas, té, uso de hierbas medicinales, incluso nos acercamos a la puerta de un futuro debate: patologías. 

Lentamente fueron asomándose las primeras preguntas, sumadas a las que ya habían enviado. De pronto estábamos frente a un deseo: queríamos continuar y el tiempo estipulado parecía llegar a su fin. 

La clase que habíamos propuesto de 80 a 90 minutos, se transformó en un hermoso seminario de dos horas que nos dejó grupalmente felices y con altas expectativas de un segundo encuentro.

¿Qué nos recomendó Ariel en esta oportunidad? Educar la voz con docentes de canto y/o fonoaudiologxs, hidratarnos, comer sano y descansar. Dentro de lo posible, hacer actividades que nos ayuden a reducir el stress. No gritar, cuidar nuestros oídos y cumplir con reposo vocal ante una exigente demanda. En el área docente sugirió el uso del micrófono y respetar siempre que se pueda, los momentos de descanso. 

La virtualidad unió a personas con diferentes profesiones, motivaciones, niveles de interés y conocimiento en la materia, viviendo en todas partes del país y del mundo. 

Cada participante escuchaba con atención, muchos tomaban nota y sonreían ante los nuevos descubrimientos. 
El placer de hacer lo que amamos, compartiendo colectivamente, en tiempos de pandemia, es poder romper con lo individual para dar paso a una sinergia poderosa.

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